Un “escudo” natural que la naturaleza ha creado para proteger el bienestar de las mujeres. Esta es la curva de fertilidad femenina, que sigue una tendencia en ‘U’ y se somete a lo largo de los años para preservar a la mujer tanto a una edad muy joven como en la vejez, de los riesgos que el embarazo puede crear.

Un extraordinario “sistema de seguridad” que favorece la gestación cuando hay menos probabilidades de problemas y cuando se está más preparado para afrontar la expectativa, la lactancia y la maternidad en su conjunto. Todo esto fue destacado en un estudio multicéntrico publicado en la revista ‘Science’ por el equipo de GeneraLife y un grupo internacional liderado por Eva Hoffman de la Universidad de Copenhague.

El documento “Los errores cromosómicos en los óvulos humanos configuran la fertilidad natural a lo largo de la vida reproductiva” muestra que la fertilidad en las mujeres sigue una curva en U, con bajas tasas de fertilidad en adolescentes y mujeres de edad materna avanzada. Esto es el resultado de errores cromosómicos en los ovocitos, que dan lugar a una inestabilidad genómica y a la imposibilidad de establecer un embarazo.

Los tipos de error y los cromosomas afectados en los grupos de edad joven y avanzada fueron diferentes, lo que sugiere que dos mecanismos cromosómicos distintos equilibran el riesgo asociado al embarazo y la aptitud evolutiva a medida que las mujeres entran y salen de su vida reproductiva. Los autores muestran que la estructura cromosómica se erosiona sólo con el avance de la edad, actuando como un “reloj molecular” para la senescencia reproductiva.

Hoy en día, las complicaciones más importantes de los ciclos de ART son el síndrome de hiperestimulación ovárica, que es una consecuencia de la estimulación hormonal necesaria, y el embarazo de gemelos.

En el primer caso, ahora gracias a los protocolos terapéuticos innovadores, es posible llevar el riesgo prácticamente a cero, pero esto presupone un know-how específico. En el caso de los embarazos gemelares, los centros de FIV deben intentar llevar este riesgo a los niveles fisiológicos (1 evento cada 100 nacimientos), tratando siempre de transferir un solo embrión, identificando el que tiene el mayor potencial para dar lugar a un embarazo.

Los errores cromosómicos en los óvulos